QUE ES LA ESTÉTICA?
La palabra Estética no es un término unívoco; es corriente hallarla empleada para designar una unidad de saber, pero esa unidad no está dada siempre con el mismo rigor ni por el mismo objeto formal. Intentemos asignar a la Estética como disciplina filosófica un objeto bien delimitado. Se designa, en primer lugar, con el nombre de Estética al conjunto de todas aquellas reflexiones que tienen alguna relación con el arte bello y con la belleza. Así se considera como integrante de la Estética la Crítica del arte, la Historia del arte, las preceptivas, etc. Partiendo de ahí se define entonces la Estética como "teoría del arte y de la belleza". Pero la acumulación de todo ese material bajo un solo rótulo no sólo no fundamenta una ciencia, sino que ni siquiera posee un valor práctico-didáctico por las confusiones a las que conduce. Se trata de una reunión accidental, dada por un vínculo externo, a saber: la remota relación de tales reflexiones con la belleza y el arte. En segundo lugar se considera como objeto de la Estética la reunión, también por yuxtaposición, de los temas relativos al arte y a la belleza que son tratados como cuestiones parciales por las otras disciplinas filosóficas. El objeto es siempre la belleza y el arte como en el caso anterior, sólo que en este caso se exige que sean tratados filosófica mente, es decir, buscando su razón última de ser. Pero tampoco aquí se puede decir que haya objeto formalmente determinado como para constituir una disciplina filosófica autónoma; pues agrupar tomándolas de la psicología, la ética, la metafísica, etc., aquellas conclusiones que tienen una relación indirecta con el arte y con la belleza, sólo pueden tener un fin útU de comodidad erudita o de técnica docente. 1553.
EL OBJETO DE LA ESTÉTICA
La teoría del gusto, como autónoma. El objeto de la Estética, es, pues, una estructura cuya esencia está dada por la forma de la finalidad \ Toda división de los objetos en general, implica una ontologia y una crítica. El punto de partida de Kant —la subjetividad con sus formas trascendentales— puede ser reemplazado con todo derecho por un punto de partida realista. La actividad espiritual humana puebla el ser de ciertas determinaciones, y el conjunto de objetos así determinados constituye el mundo llamado de la Cultura. La división clásica de los objetos, fundada en los grados de abstracción del ser, permite determinar un territorio, el de los objetos reales (físicos, naturales), dentro del cual podemos ubicar sin dificultad el ámbito de la Cultura ^ Ahora bien, dentro del ámbito de la Cultura podemos distinguir dos estructuras diferentes: la especulativa y la práctica. Son ellas el término de las dos actividades del espíritu correspondientes. Un grupo de estas concreciones del espíritu lo constituyen las ciencias especulativas, que atienden a la verdad sin ulteriores fines. El segundo grupo lo constituyen las ciencias en cuyo conocimiento va algún interés ejecutivo; el hombre con ellas no tiende sólo al conocer, conoce para usar y servirse de sus conocimientos en vista de una obra o de una acción moral: son las ciencias prácticas. Mas dentro de esta estructura práctica de la cultura debe incluirse el resultado objetivo teológico de dichas ciencias: el mundo del arte objetivamente considerado.
ESTÉTICA
La estética es la ciencia que estudia e investiga el origen del sentimiento puro y su manifestación, que es el arte, según asienta kant en su critica del juicio. Se puede decir que es la ciencia cuyo objeto primordial es la reflexión sobre los problemas del arte.LA ESTÉTICA EN EL SIGLO XX
Evoluciones como la aparición de la fotografía, capaz de reproducir con fidelidad absoluta su modelo, o los medios mecánicos de reproducción de las obras, que las introducen en el conjunto de los bienes de consumo de nuestra sociedad, suponen a principios del siglo XX una verdadera convulsión para la teoría y la práctica artísticas. Así no sólo el campo de estudio de la Estética sino el propio campo de trabajo del arte se orienta hacia una profundísima corriente autorreflexiva que ha marcado todo el arte del siglo veinte: «¿qué es el arte?», «¿Quién define qué es arte?». El Dadaísmo utilizaba el collage para mostrar su naturaleza fragmentada; Joseph Beuys (y en general toda la corriente povera europea) usaba materiales como troncos, huesos y palos para su obra, elementos tradicionalmente «feos»; los minimalistas utilizarían acero para resaltar lo industrial del arte, mientras Andy Warhol lo intentaría mediante la serigrafía. Algunos incluso se desharían completamente de la obra final para centrarse únicamente en el proceso en sí.
La estética, el arte y el lenguaje visual
El lenguaje se ha definido como un conjunto de expresiones simbólicas, un sistema organizado de signos, un producto cultural que proporciona un código para la traducción del pensamiento. Así, el lenguaje es la condición de la cultura que contribuye a crearla y permite que se pueda establecer una comunicación entre todos los hombres. También el lenguaje es un método exclusivamente humano de comunicar ideas, emociones y deseos por medio de un sistema de símbolos. El lenguaje es cultural, es una convención que hay que aprender. Lo mismo que una lengua se aprende en una comunidad lingüística, la lectura de las imágenes se aprende en el contexto de una cultura. Hay una relación de intercambio recíproco entre el lenguaje literario y el lenguaje artístico con la cultura.
Lenguaje y pensamiento
Hay una relación íntima entre el lenguaje y los modos de pensamiento, esta misma relación se puede establecer entre el lenguaje y la interpretación de una obra de arte. En ambos casos es una relación que depende del sistema social y de la forma como se “lea” el texto, es decir, de los elementos que describen la obra y que permiten interpretarla. Mediante el lenguaje se va construyendo una imagen que hace posible ver el modo en que se establece una comunicación, se intercambian significados y hay una interacción mutua
La Estética
La estética es el estudio de la esencia y sustancia de las cosas hermosas y es la parte de la filosofía que nos ayuda a entenderlas. Y en el arte como lenguaje se estudia la estética como el vehículo para compartir el conocimiento de los sentimientos, los proyectos y los valores en busca de la verdad y de la belleza. Cuando se lee en el lenguaje del arte, se tiene una experiencia estética que es un conocimiento sensible, una percepción que está en lo más profundo de la sensibilidad universal humana, como lo decía Cicerón, más tarde San Agustín y posteriormente Alexander Baumgarten. Uno de los factores que es importante tener en cuenta en estas reflexiones sobre la estética es la variedad y riqueza de las emociones humanas que se expresan a través de las obras de arte. Este mundo es rico y diversificado, similar al que se aprecia a través de efectos pictóricos de diferentes gamas, “con muchos tonos, con los colores, las tonalidades y los matices con los que se puede manifestar la naturaleza humana”. Se puede decir que la riqueza de la vida emocional del hombre se manifiesta en una gama infinita de colores, tonalidades y matices”. Sin embargo, la auténtica intuición artística, la sensibilidad estética, la percepción y la contemplación del arte va más allá de lo que perciben los sentidos, es esa comunicación que ocurre en lo más íntimo del alma humana, “donde la aspiración a dar sentido a la propia vida se ve acompañada por la percepción de la belleza”.
La estética es el estudio de la esencia y sustancia de las cosas hermosas y es la parte de la filosofía que nos ayuda a entenderlas. Y en el arte como lenguaje se estudia la estética como el vehículo para compartir el conocimiento de los sentimientos, los proyectos y los valores en busca de la verdad y de la belleza. Cuando se lee en el lenguaje del arte, se tiene una experiencia estética que es un conocimiento sensible, una percepción que está en lo más profundo de la sensibilidad universal humana, como lo decía Cicerón, más tarde San Agustín y posteriormente Alexander Baumgarten. Uno de los factores que es importante tener en cuenta en estas reflexiones sobre la estética es la variedad y riqueza de las emociones humanas que se expresan a través de las obras de arte. Este mundo es rico y diversificado, similar al que se aprecia a través de efectos pictóricos de diferentes gamas, “con muchos tonos, con los colores, las tonalidades y los matices con los que se puede manifestar la naturaleza humana”. Se puede decir que la riqueza de la vida emocional del hombre se manifiesta en una gama infinita de colores, tonalidades y matices”. Sin embargo, la auténtica intuición artística, la sensibilidad estética, la percepción y la contemplación del arte va más allá de lo que perciben los sentidos, es esa comunicación que ocurre en lo más íntimo del alma humana, “donde la aspiración a dar sentido a la propia vida se ve acompañada por la percepción de la belleza”.
Arquitectura, estética y sentido humano
La arquitectura es un vehículo de los valores de una sociedad. Lo es por la explotación de recursos (humanos y naturales) así como por el uso de materiales y sus estrategias de ocupación del territorio. En otros términos, la arquitectura transporta el potencial humano de una época, además de por los componentes formales y estilísticos, por el sistema económico y de producción del que depende la realización de los diseños.
La belleza
Hay tres tipos de belleza: natural, artística y la interior.
a) La belleza natural: Es la belleza que se encuentra en las cosas de la naturaleza. Un paisaje, el vuelo de un pájaro, unas cataratas, unas montañas, el mar, unas nubes, etc. Su fuerza radica en entrar por los ojos, en ser rotundo a la hora de mostrarse. Esta belleza natural es fuente de agrado y complacencia para los sentidos exteriores. Va de fuera para adentro. Me enriquece. Me ennoblece.
b) La belleza artística, es decir, la plasmada en el arte: Es la belleza de un hermoso cuadro, un edificio, una escultura, una pintura, un discurso. El Renacimiento se encargó de transmitirnos un nuevo estilo de belleza basado en la armonía y el orden, canon que cambiará en los siglos XVII (Barroco) y XVIII (Ilustración y Neoclasicismo). Esta belleza artística quedará reflejada en las artes plásticas (arquitectura, escultura y pintura) y en las artes del movimiento (música, coreografía y poesía). También es una belleza que va de fuera para adentro. Nos exalta. Nos enriquece y ennoblece.
c) La belleza moral o interior: es el orden, el equilibrio, la bondad interior de la persona. Es el conjunto de unidad, verdad, bondad, espiritualidad en armonía, orden, proporción...que cada uno de nosotros tiene en su interior. Es la armonía entre las acciones del hombre y el ideal de su vida (ideal que decide su vocación y su misión en la misma). Es la coherencia entre la conducta del hombre y la meta o ideal que persigue. Albert Einstein dijo: “La belleza reside en el corazón de quien la contempla”. Esta es la belleza en la que nos detendremos. Es la belleza que uno tiene dentro como fuente para saciar la sed propia y la de los demás. Llega a ser fuente de alegría constante, de gozo consolador, de encanto arrebatador. Genera amor y alegría renovada en quien la contempla y se beneficia de ella, en el trato con esa persona. Esta belleza interior se exterioriza en resplandores de bondad, veracidad, honestidad, coherencia, simplicidad, encanto, armonía, equilibrio. Por eso, una persona será bella interiormente en la medida en que viva y se alimenta de las otras cualidades del ser: unidad, verdad, bondad.
b) La belleza artística, es decir, la plasmada en el arte: Es la belleza de un hermoso cuadro, un edificio, una escultura, una pintura, un discurso. El Renacimiento se encargó de transmitirnos un nuevo estilo de belleza basado en la armonía y el orden, canon que cambiará en los siglos XVII (Barroco) y XVIII (Ilustración y Neoclasicismo). Esta belleza artística quedará reflejada en las artes plásticas (arquitectura, escultura y pintura) y en las artes del movimiento (música, coreografía y poesía). También es una belleza que va de fuera para adentro. Nos exalta. Nos enriquece y ennoblece.
c) La belleza moral o interior: es el orden, el equilibrio, la bondad interior de la persona. Es el conjunto de unidad, verdad, bondad, espiritualidad en armonía, orden, proporción...que cada uno de nosotros tiene en su interior. Es la armonía entre las acciones del hombre y el ideal de su vida (ideal que decide su vocación y su misión en la misma). Es la coherencia entre la conducta del hombre y la meta o ideal que persigue. Albert Einstein dijo: “La belleza reside en el corazón de quien la contempla”. Esta es la belleza en la que nos detendremos. Es la belleza que uno tiene dentro como fuente para saciar la sed propia y la de los demás. Llega a ser fuente de alegría constante, de gozo consolador, de encanto arrebatador. Genera amor y alegría renovada en quien la contempla y se beneficia de ella, en el trato con esa persona. Esta belleza interior se exterioriza en resplandores de bondad, veracidad, honestidad, coherencia, simplicidad, encanto, armonía, equilibrio. Por eso, una persona será bella interiormente en la medida en que viva y se alimenta de las otras cualidades del ser: unidad, verdad, bondad.
FEALDAD ESTÉTICO
La fealdad es también una experiencia peculiar que vive el sujeto ante un objeto artístico, es justamente la experiencia contraria a la que se vive con la belleza, pero finalmente también es una experiencia que se sale de lo cotidiano.
Hay cosas por las que se siente desagrado, repulsión, que se rechazan en la vida diaria: un cuerpo mutilado o contrahecho, una riña, un asesinato, la miseria moral del hombre, los horrores de la guerra, y que producen sensaciones desagradables; sin embargo el arte repara en ello, el artista capta esa cruda realidad que se convierte en un motivo de inspiración y el hecho de ser vertida fielmente de acuerdo con el propósito del artista.
En lo feo, la esencia humana se contradice a sí misma, se manifiesta bajo un aspecto deformado e inhumano, lo cual resulta patente en el arte a través de figuras como las de Golovliov, Pliushkin, Yago y otras. En el mundo burgués, lo feo predomina sobre lo bello, lo cual se refleja en la preponderancia de los tipos negativos sobre los positivos en el arte del realismo crítico, arte que utiliza las imágenes de los personajes y caracteres negativos para criticar y poner al desnudo los aspectos inhumanos de la vida que destruyen la belleza del hombre. En el arte auténtico, la representación estética de lo feo constituye una forma peculiar de la afirmación del ideal de belleza. Decía Belinski que toda negación, para ser viva y poética, ha de hacerse en nombre del ideal. La obra de educar al hombre de la sociedad comunista se encuentra indisolublemente vinculada a la lucha contra las supervivencias feas y repugnantes del pasado en nuestra existencia, que dificultan la creación, de una nueva sociedad.
Estética de la música
Es una rama de la filosofía que trata de la naturaleza del arte , la belleza y el gusto por la música, y con la creación o la apreciación de La belleza en la música. En la tradición pre-moderna, la estética de la música o la estética musical exploró las dimensiones matemáticas y cosmológicas de la organización rítmica y armónica. En el siglo dieciocho, el enfoque cambió a la experiencia de escuchar música, y por lo tanto a preguntas sobre su belleza y disfrute humano ( plaisiry goce ) de la música. El origen de este cambio filosófico se atribuye a veces a Baumgarten en el siglo XVIII, seguido por Kant . A través de su escritura, el antiguo término estética.significando percepción sensorial, recibió su connotación actual. En las últimas décadas, los filósofos han tendido a enfatizar los problemas además de la belleza y el disfrute. Por ejemplo, la capacidad de la música para expresar emociones ha sido un tema central.
Wagner y sus discípulos argumentaron que la música instrumental podía comunicar emociones e imágenes; los compositores que sostuvieron esta creencia escribieron poemas de tono instrumental , que intentaron contar una historia o representar un paisaje usando música instrumental. Hanslick y sus partidarios afirmaron que la música instrumental es simplemente patrones de sonido que no comunican ninguna emoción o imagen.